Encurtidos caseros

Nuestros encurtidos

Nuestro amigo Mohamed nos descubrió que hay un mundo en los picantes, que las especias no son como las venden y un universo, el de los encurtidos caseros.

Con lo fácil que es comprarlos en el supermercado, es raro encontrar quien haga sus propios encurtidos hoy en día, pero nos hemos dado cuenta de que merece mucho la pena hacerlos caseros. Los que nos seguís habitualmente sabéis que nos encanta dedicar tiempo a la cocina y que cada receta lleva un cachito de nosotros, por eso los encurtidos caseros son un universo de posibilidades, de inventar aliños y poner en cada uno un toque personal, diferente.

Aliños que nada tienen que ver con los de los botes que se encuentran en cualquier tienda y que siempre tienen el mismo sabor. Obligada -no entendemos por qué- a que un bote de aceitunas de la misma marca sepa siempre igual, la industria de la alimentación parece empeñada en acabar con nuestro paladar. Con la infinidad de sabores que nos regala la naturaleza, poco a poco se van reduciendo a los de los productos que nos saltan a la vista en los lineales de compra de los supermercados.

Los encurtidos caseros son una forma de rebelarnos contra el rodillo de la macroindustria alimentaria, sobre todo si utilizamos productos de temporada y de proximidad: coliflores, pepinillos, zanahorias, pimientos, alcaparras… 

Son también una forma de rebelarnos contra la inmediatez, contra esa tendencia que hace del tiempo un producto más de consumo, porque no solo es agradable dedicar tiempo a preparar nuestros propios encurtidos, sino también porque en algunos casos tendremos que esperar dos semanas hasta que los encurtidos estén listos para probarlos.

En esta ocasión no compartimos con vosotros una receta, sino una opción para rebeldes sin prisa y una tapita perfecta para veganos 😉

 

Una base y varias ideas para hacer encurtidos caseros

La base para hacer encurtidos caseros es vinagre y agua en la misma proporción, al 50%. Nosotros utilizamos vinagre de manzana para que no esté demasiado fuerte. En el caso de que deseéis que estén más fuerte o menos, podéis variar ligeramente estas proporciones.

Para encurtir, podemos utilizar varias verduras: pepinillos, zanahorias, pimientos, coliflor, alcaparras, cebollitas…

Los pepinillos como los de la foto van en crudo; los metemos en un bote de cristal y los cubrimos con agua y vinagre de manzana. Es importante que estén totalmente cubiertos, para evitar que se pongan malos. En este caso, el único condimento que hemos añadido son semillas de mostaza. Tapamos muy bien el bote, lo metemos en la nevera y esperamos dos semanas hasta que estén listos para comer. Os sorprenderán.

Otras verduras, como la coliflor, no precisan tanto tiempo; en tres o cuatro días ya se pueden consumir. No es necesario pero la coliflor se puede cocer antes de encurtir; nosotros lo hacemos -Mohamed también- y nos gusta más el resultado; para ello, la lavamos bien y la partimos ya en flores pequeñas, al tamaño que vayamos a encurtirlas. Ponemos agua a calentar y cuando empiece a hervir, echamos las coliflores y las cocemos durante 4 ó 5 minutos solamente. Sacamos, enfriamos y dejamos reposar unos minutos. Las metemos también en un bote de cristal y cubrimos con agua y vinagre. En el caso de las coliflores, os recomendamos añadir también el zumo de un limón exprimido y en cuanto al aliño, admiten multitud de opciones. La última vez nosotros preparamos una coliflor entera que nos dio para tres botes: uno lo condimentamos con cúrcuma, piri piri y orégano; otro con curry y orégano; y otro con ají y ajo machacado.

Lo mejor, que el resultado nunca es el mismo.

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