
Nos encanta esta receta. Es muy completa y viene muy bien tanto para el medio día como para la noche.
Para hacer wok hace falta una sartén tipo wok… o no 😉
Es evidente que lo ideal es utilizar una sartén wok, pero en nuestro caso, que intentamos optimizar recursos y espacio, no tenemos, así que utilizamos una sartén antiadherente –eso sí, la de mayor tamaño que tenemos- en la que vamos cocinando al dente cada ingrediente por separado a muy alta temperatura. Cuando conseguimos la cocción deseada de cada ingrediente, lo retiramos de la sartén y reservamos, para, al final, volver a juntar todos los ingredientes en la sartén, mezclar, calentar y servir en una fuente todo integrado.
Los ingredientes que solemos utilizar son:
- Verduras
variadas al gusto adecuadas para este tipo de cocción, es decir,
para hacer a la plancha y a fuego fuerte. Las que empleamos
habitualmente, en función de la temporada, son:
- Medio pimiento rojo
- Medio pimiento verde
- Medio pimiento amarillo
- 2 calabacines
- 1 brócoli pequeña
- ¼ de champiñones
- ¼ de setas (por ejemplo, las setas shiitake van muy bien)
- 2 zanahorias
- Espárragos verdes
- 2 pechugas de pollo enteras, sin filetear, para cortarlas nosotros en cubos al mismo tamaño aproximadamente que las verduras.
- Salsa de soja.
1.- Troceamos todas las verduras en trozos medianos, para poder comerlas posteriormente con palillos. Las cortamos todas en pedazos del mismo tamaño, aproximadamente, pero no las mezclamos, ya que, como comentábamos antes, en este primer paso las guisamos cada una por separado.
El procedimiento es siempre el mismo: ponemos un poco de aceite –muy poco- en la sartén y cuando está caliente, añadimos una verdura; cocinamos un par de minutos y cuando vemos que haría falta más aceite, echamos un poquito de soja; removemos y dejamos otros dos o tres minutos, aproximadamente (dependerá del tamaño en que hayamos cortado los trozos y de cada verdura; la brócoli, por ejemplo, necesita algo más de tiempo cuando hemos incorporado la soja). Retiramos a una fuente grande, donde iremos colocando todas las verduras según las vayamos sacando del fuego.
El orden de cocción de las verduras da igual, aunque nosotros solemos hacer siempre el mismo: pimientos, calabacines, brócoli, champiñones, setas, zanahorias y espárragos.
2. Ponemos en la sartén las dos pechugas de pollo cortadas también en trozos y dejamos hacer a fuego fuerte sin remover (si las movemos, no se hacen a la plancha, sino que se cuecen en el líquido que van soltando); damos la vuelta para hacer por ambos lados y cuando están hechas, añadimos también un poquito de soja.
3.- Añadimos todas las verduras ya cocinadas a la sartén, removemos un poco para calentar y… de nuevo a la fuente para servir.
Para nosotros, los trucos de esta receta están en:
- Utilizar verduras variadas y de distintos colores, llamativos, para hacer el plato más atractivo visualmente.
- No tener miedo a que las verduras se queden crudas; de hecho, la mayoría de ellas se puede comer crudas, como la brócoli.
- No echar más soja de la cuenta, ya que si no, quedará en la base de la fuente para servir demasiada salsa.
- Ah, nosotros no añadimos sal aparte, ya que con la soja nos parece más que suficiente.
- Y si os animáis, comer con palillos
Con estos ingredientes y poco tiempo conseguimos un plato sano, económico y lo que es más importante: con el que los niños no suelen protestar por las verduras.