Repasando algunas de las recetas que hemos publicado ya en este blog, encontramos recetas de cocina japonesa, italiana, marroquí… y hoy incorporamos una alemana.

En realidad, poner el nombre del país del que procede la receta no es más que una etiqueta, tan real y tan arbitraria como cualquier otra, porque igualmente podríamos haber etiquetado los platos como receta de fideos, de pasta, cereales, legumbres o carne.
Sin embargo, tiene algo de atractivo calificarlas con otra ubicación geográfica; será porque lo diferente nos seduce. Y si esto es así, ¿por qué cuando el diferente es otra persona o colectivo levantamos muros? Sorprende que la comida fusión esté de moda y sin embargo cuando de personas se trata, no acabamos de percibir la diferencia como una riqueza, como un motivo para la inclusión, no para la exclusión; no para establecer fronteras.
¿Cómo sería una receta en la que no se mezclaran los sabores de sus ingredientes? Por ejemplo, ¿cómo sería un currywurst sin la potencia de sabores que hay en su salsa?
1.- En una sartén con un poco de aceite freímos 2 ó 3 dientes de ajo y media cebolla, picada muy fina.
2.- Antes de que empiecen a dorarse, añadimos tomate frito (o tomate natural rallado, y lo freímos). Unos 150 gramos aproximadamente, aunque dependerá de la cantidad de salsa que queráis hacer.
3.- Cuando el tomate está frito, añadimos la misma cantidad de kétchup (150 gramos), una cucharada de mostaza dulce (que si no tenéis se puede sustituir por otra mostaza que os encaje) y curry.
4.- Se mezcla todo bien, se fusionan los sabores (aquí está la riqueza del plato) y la salsa está lista.
Por supuesto la salsa la podéis preparar con antelación y tenerla lista para usar a conveniencia. A partir de aquí:
5.- Freímos patatas, que pondremos de base sobre un plato.
6.- A la vez, hacemos las salchichas tipo bratwurst (nosotros las asamos al horno, directamente en la rejilla, a unos 180º) o bockwurst (cinco minutos en agua hirviendo, la cual hemos retirado del fuego al echar las salchichas).
7.- Ponemos una salchicha sobre las patatas y encima añadimos la salsa al gusto.
8. Finalmente, espolvoreamos todo con curry.
Y para culminar la fusión, os recomendamos acompañar con una cerveza belga (por ejemplo; y siempre que seáis mayores de edad).
Ah, os adelantamos que nuestra próxima receta irá dedicada a nuestra fan #numberone Eva.