Tan sencilla como un pan, que es lo que es la focaccia: un pan italiano.

Te gustará más, menos o no te gustará, en función de tus expectativas. Como tantas y tantas cosas, la focaccia depende de los ojos con los que la mires. Puedes quedarte con su textura esponjosa, con la originalidad de la cobertura, dejarte seducir por su tono dorado o bien sentirte defraudado al echar en falta matices muy sutiles.
El tiempo serpentea tras complejos deseos, persiguiendo el horizonte, y sin embargo hay tanto valor en las cosas sencillas, ésas que tenemos ante nuestra mirada…
Focaccia:- 400 gramos de harina de fuerza, tipo 00- 250 ml de agua- 30 gramos de levadura fresca (o un sobre de levadura en polvo de panadería)- 1 cucharadas de café de azúcar (preferiblemente, azúcar moreno de caña)- 1 cucharadas de café de sal- 1 chorrito de aceite de oliva- Para poner encima: aceitunas, tomate en rodas, romero, orégano…
1.- Si la levadura es fresca, lo primero que tendremos que hacer es disolverla en los 250 mililitros de agua, que no debe esta fría, sino tibia.
2.- A continuación preparamos la masa, para la que mezclaremos el agua con la levadura disuelta, la harina, el azúcar, la sal y el chorrito de aceite, y amasaremos hasta que quede homogénea y elástica.
3.- Espolvoreamos un poco de harina en el fondo de un tupper o un bol, para que no se pegue, y vertemos en él la masa. Tapamos y dejamos reposar al menos durante una hora, tiempo en el que la masa deberá haber doblado su volumen.
4.- Transcurrido este tiempo sacamos la masa y la extendemos sobre un papel de horno; la aplanamos de tal forma que quede una altura de unos 2 centímetros aproximadamente. Con los dedos vamos ahondando la superficie, pero sin llegar al otro lado de la masa, tan solo para hacer huecos, como si fuesen cráteres. Espolvoreamos con sal gorda, romero u orégano y si deseamos, ingredientes al gusto. Entre los más habituales están las aceitunas verdes, las rodajas de tomate, el prosciutto…
5.- Dejamos reposar otro periodo de tiempo, al menos otros 30 minutos. En este tiempo precalentamos el horno a 250 grados por arriba y por abajo.
6.- Introducimos la focaccia en el horno, en los niveles de abajo, y el tiempo de cocción será de unos 20 minutos, aunque, como sabéis, dependerá de cada horno.
7.- Si queréis podéis abrir a mitad de cocción y pintar con un pincel la superficie con un poco de aceite.
8.- ¡A disfrutar y contadnos con qué ojos veis la focaccia!