
Ciento ocho nómadas custodian el libro secreto de los orígenes. Es un libro no escrito que todos ellos guardan con mimo en su memoria y recitan cada día al amanecer para no olvidar, mentalmente, porque así lo dicta el código de silencio y el juramento de guardar secreto.
Solo en una ocasión se recita el libro de los orígenes en voz alta y es cuando uno de ellos fallece y es sucedido en la comunidad por su hijo de mayor edad; como un rito iniciático, el resto de miembros entonan a coro el poema hasta que el recién llegado lo aprende y así se transmite de generación a generación el relato que narra el origen de los tiempos y de su especie.
Los ciento ocho guardianes del conocimiento viven dispersos por el planeta y se reúnen cada ocho meses para recordar el pasado, meditar el presente y prever el futuro.
Se alimentan con cereales, verduras como coliflores, habas o berenjenas y los únicos productos de origen animal que consumen son miel, leche y huevos de animales en libertad, apenas lo justo para vivir conscientes de que en este nuevo planeta los recursos también son limitados.
Por eso lo tienen todo listo para partir cuando sea necesario, como en ocasiones anteriores, a nuevos mundos en los que asentar una nueva colonia, abandonando la actual a su suerte, conscientes de que también está destinada a desaparecer, quién sabe por qué en esta ocasión, quizás de sed o enloquecida por las guerras.
Ciento ocho nómadas custodian el poema sagrado de los orígenes y vigilan atormentados por la supervivencia de la especie.
Receta de berenjenas rebozadas con salsa de soja y miel
Una de las comidas preferidas de los ciento ocho nómadas que guardan el secreto de los orígenes es las berenjenas rebozadas con salsa de soja y miel. Aquí la receta para cuatro personas:
- 2 berenjenas grandes
- 250 gramos de harina de freír
- 1 cerveza (250 ml)
- Un pellizco de levadura
- Sal
- 4 cucharadas soperas de soja
- 4 cucharadas soperas de miel
- Aceite para freír
1.- El primer paso es cortar y quitar el amargor de las berenjenas. Nosotros le dejamos la piel y las cortamos en bastones. No hace falta que sean muy pequeños, porque luego, al freírlas, la cobertura quedará crujiente y contrastará con la berenjena, más tierna. Una vez cortadas las colocamos en un recipiente, salamos y esperamos unos treinta minutos.
2.- Mientras las berenjenas reposan, preparamos la salsa de soja y miel y la masa para freírlas.
3.- Para hacer la salsa de soja y miel vertemos primero las cuatro cucharadas de soja en un cazo y calentamos a fuego lento, siempre sin que llegue a hervir, y vamos incorporando progresivamente la miel, removiendo continuamente hasta que se han integrado ambos ingredientes. Una vez integrados, apagamos el fuego y reservamos. Nosotros utilizamos la misma cantidad de soja y de miel, pero esta proporción puede variar al gusto.
4.- Para hacer la masa en la que vamos a rebozar las berenjenas mezclamos bien la cerveza y la harina hasta que quede con una textura que vaya a quedarse pegada a las berenjenas, que no se desprenda, para que al echarlas en el aceite se forme la capa de rebozado. Iremos jugando con la cantidad de harina hasta conseguir el espesor deseado. Una vez conseguido, añadimos un pellizco de levadura y removemos para integrarlo. Lo ideal es dejar también reposar esta masa al menos unos quince minutos.
5.- Finalmente, solo quedará freír las berenjenas. Para ello, calentamos el aceite a bastante temperatura, cogemos uno a uno los bastones de berenjena, los pasamos por la masa y los introducimos en el aceite muy caliente. Freímos bien por ambos lados hasta conseguir un color dorado y los vamos colocando, una vez fritos, en una fuente con un papel absorbente para retirar el exceso de aceite.
6.- Servimos los bastones de berenjena rebozados junto con un cuenco con la salsa de soja y miel para mojarlo en ésta.